Una semana completa sin Internet y sin libros y me doy cuenta de cuánto me estoy separando delos medios tradicionales. Pasaron dos días antes de que siquiera considerara que podía haber algo en la tele (de la existencia de la tele, de hecho). Y diez minutos de tele hasta decidir que la tele, sin botón de pausa y de adelantar, no vale la pena. Los periódicos ni recordar que existían hasta escribir esta entrada.

Incluso salí y compré un libro de Stephen King (Lisey’s Story) con tal de poder leer algo, lo que fuera, y no estar sentado con cara de pazguato, pensando en lo que estaría leyendo o escribiendo si tuviera Internet enfrente mío.

No se si irremediablemente pero ya no considero el periódico mi forma de obtener noticias o la tele la de obtener entretenimiento. Para eso esta Internet. Para eso están Google Reader, Google News y Google Video/Youtube.

Da un poco de escalofríos que todo eso de arriba es de Google, ahora que lo veo. Casi tanto como que no recuerdo cuando la televisión dejó de ser una de mis fuentes principales de entretenimiento (nunca fue la única, afortunadamente).

En el título me refería a la línea electrónica, claro. La otra «línea» hace años que sólo oigo hablar de ella y algunas fotos, de seguro trucadas, parecen insinuar que alguna vez estuve en ella.

El prejuicio es terrible, en el sentido de que se cometen injusticias y graves errores. El postjuicio no es terrible. Por supuesto, no puedes ser perfecto; también puedes cometer errores. Pero es permisible hacer un juicio después de haber examinado la evidencia. En algunos círculos incluso se fomenta.

Carl Sagan – La carga del Escepticismo

Leyendo la traducción de un escrito de Carl Sagan sobre escepticismo y pseudo-ciencia encuentro esta frase, que hace tiempo no leía y pienso que vale la pena repetir.

Esto sale de hablar con un amigo sobre Ramtha y cómo puede la gente caer en patrañas pseudo-científicas en parte por necesitar algo con lo que reemplazar a la religión (cada día más indefendible) y en parte por tener a la ciencia real cada vez más lejos.

Este distanciamiento de la gente «de a pie» con la ciencia actual es algo sobre lo que también comenta Sagan:

Una pobre popularización de la ciencia establece un nicho ecológico para la pseudociencia.
Si la ciencia se explicase a la gente de a pie de una manera accesible y excitante, no habría sitio para la pseudociencia. Pero existe una especie de Ley de Gresham por la que, en la cultura popular, la mala ciencia expulsa a la buena. Y por esto pienso que tenemos que culpar, primero, la comunidad científica por no hacer un mejor trabajo popularizando la ciencia

El tema salió, precisamente, por dos posts de alt1040 («What The Bleep Do We Know» y «Carl Sagan en cuanto a Ramtha«) que siguen, 1 y 2 años después recibiendo comentarios de ramthianos que probablemente es lo menos hostil que encuentran en Google al respecto.

Leyendo sobre Ramtha y J.Z. Night (y las dos películaswp-) es interesante ver que es común que Ramtha es otra secta en la que, una vez que tienes poco dinero, o dejas de ser útil o alcanzas la iluminación y no eres más necesario:

My grandmother and aunt joined the RSE at the same time…took all the same courses and as soon as my grandmother ran out of retirement money she was told by the people that run the courses and RSE that she had achieved spiritual enlightenment and now knew all there was to know and to leave. My aunt however who still holds down a full time job and still puts money into this crock of S-it apparently has not yet achieved enlightenment…perhaps if she loses her job and no longer has money she’ll achieve enlightenment…

En fin. Supongo que los «escépticos» no tendríamos tantos problemas con los adictos a las sectas y a la metafísica si no fuera por la condescendencia con la que nos hablan. Como quien tiene paciencia con un hijo tonto que no entiende lo que se le explica. Ellos imagino que no soportan que les insistamos que se deben cuestionar las cosas.

Hoy he visto, en una entrada de Andrés sobre un nuevo dispositivo de ejercicio para la Wii, Un comentario y me ha hecho pensar que hay que aclarar algunas cosas, que veo que empezamos a tener una de esas brechas generacionales de las que tanto se habla y, por primera vez, yo soy el viejo que echa la bronca.

No es la primera vez que veo a la Nintendo Wii mencionada como una consola «de 3a. Generacion». Esta frase es tan popular que quien la dice la repite como loro sin pensarla dos veces y sin darse cuenta de que lo único que refleja al pretender sonar como entendido es que no tiene idea de lo que habla.

No. No. No. No y no. Sólo hay una consola en su 3ª generación ahora mismo: La Playstation 3.

La Wii es una consola que, dependiendo cómo quieras contar, es de 5ª generación (NES, SNES, N64, Gamecube) o 7ª (si incluyes la Color TV Game y la Virtual Boy). La Xbox es una consola en su 2ª generación. La Nintendo DS se podría alegar que va en su 5ª o 7ª generación también. La PSP en su 1ª.

Oficialmente vamos por la Séptima Generación de consolas y este tema es tan estúpidamente recurrente incluso se ha tenido que crear un artículo específico en la Wikipedia, al que podemos apuntar a quienes hayan en un momento dado pensando que la consola que ellos aprendieron a utilizar fue la primera generación (esto va por todos los playstationeros ahí fuera, convencidos de que su consola tuvo el éxito que tuvo por otra razón aparte de ser fácil de piratear). El artículo aquí: «Historia de Videoconsolas de Juegos, (Sétpima Generación)» (y aquí el índice: «Historia de Videoconsolas de Juegos» –ES-). Recomiendo leerlo si alguna vez te has referido a las consolas de juego actuales como «de tercera generación».

Repitamos todos juntos: La tercera generación de videoconsolas terminó en 1990 y su máximo exponente fue la primera NES, el primer Sega Master System y el primer Gameboy.

nullCon el concierto de Live Earth a menos de una semana, el mayor despliegue de medios que se ha visto en mucho tiempo para sincronizar 24 horas de conciertos a lo largo de todo el mundo, se solidifica la posición del Calentamiento Global como la causa de moda a defender entre los activistas del mundo.

Como ya ha pasado en otras ocasiones, la atención del público se centra en un problema y convenientemente se ignoran otros, igual o más importantes.

En Lighter Footstep, un sitio dedicado a la sostenibilidad se mencionan Cinco Cosas que son peores que el Calentamiento Global.

La desaparición del petróleo como recurso barato, el colapso de los ecosistemas oceánicos, la crisis del agua potable, la deforestación y las armas nucleares. Incluso hace una mención de refilón a otras cuestiones como posibles pandemias (SIDA y Tuberculosis resistente a los antibióticos, las toxinas industriales en el medio ambiente o la disparidad económica entre hemisferios).

Y mientras la atención de la gente está sobre el cambio climático, otros problemas continúan igual que siempre. Durante las 24 horas de Live Earth 866000 km2 de bosque tropical desaparecerán para siempre. 7500 millones de litros de desperdicios irán a parar a los oceanos. 10800 niños morirán por no poder beber agua potable. Y nos habremos acercado en otros 85 millones de barriles al fin de la Era del Petróleo.

A lo mejor es que no podemos concentrarnos en varias cosas, o a lo mejor es que nos es más fácil preocuparnos por problemas que no podemos resolver. A lo mejor simplemente nos gusta Madonna y U2 y los podemos oir gratis.

El punto es que «Calentamiento Global» está en boca de todos estos días y da la impresión de que es el único problema que existe. De que si arreglamos esto ya podemos estar tranquilos. Incluso da la impresión a los que no ven más allá de que es un tema claro y zanjado en vez de lo que es, una hipótesis de lo que sucede, porqué sucede y qué puede significar (aquí, excelente artículo del National Geographic investigando la verdad y la especulación en la película de Al Gore).

Todos esos otros problemas, los que tienen décadas de existir y ya hemos aprendido a no tener presentes en nuestra cabeza. Esos siguen y seguirán ahí, sin conciertos que les ponga de moda. Sin Películas de candidatos presidenciales de EE.UU.

Y yo no soy mejor que nadie aquí. Hago tanto o tan poco como en el momento me acomode. Pero no puedo dejar de tener presente que los problemas siguen estando ahí y siguen siendo tan importantes como antes de que aprendieramos sobre el Calentamiento Global.

El calentamiento global como tal existe pero realmente no sabemos que somos nosotros los que lo hemos provocado. No tenemos ninguna prueba de que no sea parte del ciclo natural del planeta, consecuencia de sus propios cambios sobre los que no tenemos control o consecuencia de nuestras acciones. Incluso en los casos en los que podemos defender que hemos influenciado no podemos decir más que eso: Que hemos influenciado. No hemos provocado nada que no fuera a suceder por sí mismo tarde o temprano (incluso hay teorías igual de defendidas pero menos popular que dicen que si acaso hemos retrasado la catástrofe).

Nos gustaría, muy en el fondo, ser responsables del Calentamiento Global. No lo diríamos nunca pero el ser culpables de él significaría que somos mucho más que las motas insignificantes en el esquema del universo que probablemente somos. Significaría que podemos afectar lo que sucede en un planeta. En una época en la que el ateísmo está de moda nos daría una forma de sentir que podemos trascender y dejar una huella.

Nada de esto significa que no esté a favor de la sostenibilidad y la harmonía con el medio ambiente. Pero me parece que lo que debemos es apuntar en esa dirección por principios y por convencimiento, no por miedo a que el planeta nos vaya a matar. La sostenibilidad debería ser una decisión derivada del sentido común, no del miedo; o no arraigará.

Extra: Algunas notas más, y mucho mejor documentadas (como no puede ser de otra manera), en las dos entradas de juandesant:

Ayer puse una traducción sobre lo que Steve Jobs probablemente piensa sobre la situación actual de la música digital y sus paralelos con el mundo informático de finales de los setenta.

¿Es mejor Apple que Microsoft? ¿Son peores las productoras que IBM en su momento? ¿Se justifica más sólo porque sea la menos mala de las opciones incuestionablemente legales?

El tiempo lo dirá. Cada vez más músicos se dan cuenta de que hoy en día no necesitan a las discográficas. Ya no necesitan esa inversión inicial que era uno de los dos pilares de las discográficas porque los gastos de hacer la grabación y los discos y la distribución física han sido anulados por la tecnología y por Internet. El otro pilar que era la venta, remuneración y control hoy en día ofrece tambien alternativas viables (de las cuales iTMS es simplemente la menos indeseable).

Al contrario de muchas de estas discusiones yo no pienso que los músicos deban de irse a vivir de los conciertos y regalar su música. Eso me parece utópico e incluso insultante.

Sí creo que es posible llegar a un acuerdo entre músicos y «escuchas» en el cual los músicos cobran unos céntimos por canción descargada, que ellos mismos crean y ponen en línea. Creo que es posible que surjan sitios como iTMS que no sean más que intermediarios para la música y que se lleven otros cuantos céntimos por serlo y hacer la transacción.

Creo que tarde o temprano los usuarios aceptarán que si pagan 20 ó 30 ó 40 céntimos por una canción con reproducción y copia ilimitada no es demasiado pagar ni un abuso. Que descubrirán que sus principios no se ven «pisoteados» por remunerar a alguien por su trabajo si el precio es adecuado.

De todo esto estoy convencido que lo más difícil será llegar a un acuerdo sobre lo que «un precio adecuado» significa. Lo segundo más difícil es que los que crean decidan creer que los que disfrutan no les timarán y que los disfrutan decidan dejarse de picaresca, semántica y falta de responsabilidad.

¿Utopía? Probablemente, pero tarde o temprano un bando tiene que entender que su modelo hace tiempo que dejó de ser relevante y el otro bando tarde o temprano tendrá que aceptar que no existe el comunismo perfecto y que la idea de «tu haz que alguien ya te pagará» no es un modelo de negocio deseable.

Incidentalmente, pienso que una gran división va a suceder y finalmente se reconocerá que no pueden aplicar las mismas reglas a todos los tipos de contenido audiovisual. No pueden aplicar las mismas reglas a un grupo de rap que a una filarmónica que a una serie de televisión nacional que a una miniserie internacional que a una superproducción de cine.

Vamos a tener que ir encontrando modelos sostenibles en cada uno de los medios y para esto vamos a tener que entender: Hay que ceder. TODOS tenemos que ceder.

Dando vueltas por ahí me topo con un artículo llamado «¿Son los bebés más conscientes que los adultos?» y lo tengo que leer.

Bizarramente, por nuestra embazarosa condición actual, este ha sido un tema que ha salido frecuentemente. Nos fijamos más en los bebés de los demás (o yo, al menos, Itzel parece haber tenido siempre un beberadar que ahora sólo se ha acentuado) y en cómo se comportan.

Dice el artículo:

«Así pues… ¿Cómo se siente ser un bebé? Según Gopnik es como estar pendiente de todo al mismo tiempo: Hay mucho menos de lo reflejo y lo ignorado, lo no-consciente, automático y experto. Gopnik sugiere que lo más que un adulto puede acercarse a la percepción de un bebé es cuando se encuentra en un lugar totalmente diferente, como otra cultura, donde todo es nuevo.»

Los bebés están, entonces, más conscientes de lo que les rodea que los adultos presentando una química cerebral similar a la que tiene un adulto cuando presta atención, pero experimentándola constantemente. Los niños pequeños aprenden más rápido que nosotros y recogen mucho más conocimiento incidental («¿Conocimiento Ambiental?») a través de todos sus sentidos.

Gopnik sugiere que lo que los adultos llamamos «poner atención» es realmente el haber aprendido a controlar esa entrada de información constante y poder «encenderla» cuando la necesitamos y en el contexto que la requerimos.

Esto probablemente es obvio o lógico para los que ya han tenido hijos, pero a mí me parece fascinante. De forma tal vez subconsciente me había subscrito siempre al lugar común de que los niños son «contenedores vacíos» y por eso aprenden de todo (y las frases más inesperadas).

La idea de que todo es tan nuevo que no tienen una referencia para protegerse mentalmente me hace sentirme triste por haber perdido esa «deficiencia». El que no conozcan lo suficiente lo que les rodea como para poder descartarlo sin pensar por «ser normal».

¿Recuerdas tu la primera vez que probaste un chocolate?
¿Recuerdas la primera vez que viste llover?
¿Recuerdas la primera vez que cruzaste una calle sinque te llevaran de la mano?

¿Recuerdas cuando absolutamente todo lo que experimentabas, con todos tus sentidos, lo experimentabas por primera vez?

People could not normally see him – he occupied a blind spot in their senses, which they filled in somewhere inside their heads with something they preferred to encounter.
There had been one bad moment, though. He’d heard a small voice say: «That man’s a skelington,» and had turned to see a small child in a nightdress watching him over the top of the bar, without terror but with a sort of fascinated horror.

La muerte se encuentra con un niño que no tiene los sofisticados filtros mentales de los adultos, que les impiden ver lo que realmente está ahí. Terry Pratchett – Reaper man (el segador)

EDIT: Un comentario de los comentarios (!) me pareció interesante: Los bebés muy pequeños probablemente no tienen esta especie de monólogo interno que los adultos tenemos ya que sus centros del lenguaje no están desarrollados aún. Eso crea la pregunta de, cuándo un bebé piensa… ¿qué representación tienen esos pensamientos? ¿Secuencias de experiencias cubriendo todo el espectro de sentidos? ¿Perdemos también eso cuando aprendemos a poner palabras asociadas a conceptos y cosas?

Tal vez un indicador de que has caído en el lado Apple de la fuerza (no diré si es el claro o el oscuro, que para todo hay opiniones) es que deja de parecerte extraño que la gente documente el primer «desempaquetado» de un producto nuevo.

Algo que podría considerarse estúpido o trivial en el mundo de Mac es una noticia. Y si no has tenido o abierto un mac no es fácil de entender (y se presta a la burla fácil, porque parece TAN de fanáticos).

La realidad, sin embargo, es más sutil. La razón por la cual abrir un producto de Apple es noticia es porque Apple empeña tanta ingeniería y diseño en estos empaques como los que dedica a las máquinas y por los que es famoso.

La calidad del empaque (si es cartón suele ser laminado, con ilustración a color y diseño minimalista, si no es cartón suele ser acrílico transparente), la forma en que se abre la caja que suele ir descubriendo las partes. Ver que no hay detalle pequeño que se no se considere indigno de diseño como el que las etiquetas que sellan los sobres suelen tener el logo impreso o que los cables son hechos a medida con conectores y cubierta a juego. Las cubiertas de los conectores, los folletos de instrucciones.

El problema con Apple es que no es posible ignorar esa sensación de lujuria tecnológica que produce, ese desperdicio de diseño que tanto cuesta justificar y del que da un poco de vergüenza hablar abiertamente (como la que me está dando ahora). Esa sensación de derroche que sientes.

Esa decadencia de saber que aunque un carton reciclado marrón con impresión monocromática hubiera sido igual de funcional, estás disfrutando de algo totalmente inútil cuya existencia sólo se justifica por la estética.

Me ha dado por comentar esto en parte por romper una lanza y ponerlo con todas las letras y porque están ya empezado a surgir comentarios sobre esta misma experiencia sucediendo con los iPhones.

Una sola frase me lo ha recordado en una reseña de Steven Levy para MSNBC:

Apple [con el iPhone] ha logrado , como ya lo había hecho con los reproductores de MP3, que hasta sus más estéticos competidores parezcan diseñados por el Gobierno Soviético.

Sí, somos frívolos, pero nuestros portátiles no vienen con diecisiete pegatinas de colores.


Es el fenómeno según el cual la gente con pocos conocimientos sistemáticamente piensa que sabe más que otros mucho mejor informados. A lo largo de 4 estudios, los autores descubrieron que los participantes con bajas calificaciones en las pruebas de humor, gramática y lógica solían sobreestimar desproporcionadamente su desempeño y habilidad. Simultáneamente, la gente con conocimientos reales tendía a subestimar su competencia.

También en la tradicional versión a medias (y en este caso especialmente mediocre) de la Wikipedia en Español.

Esto me recuerda (y creo que puede tener relación) al Efecto del Lago Wobegon:

Es la tendencia humana a sobreestimar los logros propios en relación a los de los demás. En encuestas a conductores Ola Svenson encontró, en 1981, que el 80% de los encuestados se calificaban a sí mismos en el 30% superior con respecto al resto.

Seré el primero en decirlo, para sacarlo del paso: Yo probablemente caigo en este efecto en ocasiones.

Visto en casa de Kottke.

Todo esto es parte de los sesgos cognitivos de los que ojalá se hablara más en esta era de Internet y Blogs, dónde todos pensamos que tenemos el conocimiento y la autoridad para criticar.

Que gracia. Mientras que el resto de Europa tiene a Nicole Kidman promocionando la Nintendo DS y el Brain Training aquí en España tenemos a Sole (la incombustible Amparo Baró), de 7 vidas.

«Spain is different». Sí, Señor.

Aunque no me molestaría ver más a Nicole la realidad es que Amparo probablemente hace un mensaje mas entrañable, realista y simpático. Lo único que no me gusta es la implicación (especialmente en los últimos) que no es ella, sino su personaje de Sole, quien está usando la consola.

Eduardo enlaza, en alt1040, a una propuesta de Mark Nutter en la que se ofrece, como alternativa a pagar por los CDs originales de música, el enviarle una cantidad nominal a los autores. Esto podría parecer igual a comprar música en línea excepto por el hecho de que se salta al intermediario y que la cantidad la decida cada quien (mientas sea «algo»). Mi comentario:

consciencecleared_1.jpg

Ojalá esta costumbre se volviera algo común. Conozco algunos que lo hacen enviando dinero en un sobre junto con su correo de fans. Si los autores empezaran a poner un botoncito de PayPal sería aún mejor.

Dicho esto, aquí viene la parrafada (no sería yo si no hubiera una):

Si esta idea se adoptara sería excelente. Sería un triunfo del sentido común y algo de lo que estar orgullosos por la humanidad. El problema es que supone que la mayoría de la gente hace «copias privadas», no «piratea». Lo hace por comodidad o por principios, no por ahorrarse dineritos.

Ya sucedió cuando quitaron el DRM en iTunes; y hemos tratado de disimular cruzando los dedos esperando estar equivocados.

¿Eso que deseabamos con dedos cruzados? ¿Que en el fondo la gente quiere compensar a los autores y no se lo permiten con las costumbres actuales? Creo que hemos pecado de idealistas.

Toda esa gente que se ponía de nuestro lado cuando alegábamos que la «copia privada» estaba amparada por la ley. Cuando decíamos que cualquier P2P era mejor que un DRM que nos limitara.

Resulta que toda esa gente realmente no estaba con nosotros porque pensaran que teníamos la razón sino porque les convenía. Todos ellos han ido bajando el volumen a medida que aparecen formas de remunerar a los autores y al final nos ignoraran cuando ya no hayan excusas porque, en el fondo, lo que hacen lo hacen por una sola razón:

«Porque es gratis»

La «piratería» se ha vuelto algo normal. Lo que hace todo el mundo. Hoy mismo me han llamado «marciano» por siquiera sugerir en comprar una película que te guste (y eso que era después de bajártela y haberla visto). En las cafeterías y al salir a fumar la gente se intercambia tips para optimizar el router, para aprovechar mejor «la mula». No discuten nunca sobre si sus derechos como consumidores son pisoteados o intercambian propuestas para una remuneración más adecuada para los autores.

Que no. Que tarde o temprano tendremos que aceptarlo. Que la mayoría repite nuestros argumentos cuando decimos que hay que buscar una forma justa actualizada de recompensar a los autores pero, para esa mayoría, la única ventaja real del P2P es precisamente que no hay que recompensar a nadie.

Esta propuesta, además, sigue sin proponer que se haría con las películas y las series de tv (en estas discusiones siempre se evitan estos dos temas, porque no convienen). Ya es un gran paso, sin embargo, ofrecer alternativas.

DISCLAIMER: Yo me bajo series de TV (MUCHAS) y algunas pelis (#1, #2. #3, #4). No las grabo a CD o DVD sino que se van a un disco duro y si me gustan las compro cuando salen en DVD.