Algunos eventos recientes en la oficina me han hecho recordar un texto que leí hace algunos años y que desde entonces no he podido tener presente cada vez que en una reunión surge la frase «Lo que deberíamos hacer es un proceso que…». Los que me han visto en estas reuniones están acostumbrados a verme mirar al cielo, suspirar y empezar a dibujar en mi cuaderno.

Los procesos son reacciones naturales a la estupidez pasada. Cuando era Director de Tecnología de una empresa de páginas web me di cuenta que en las reuniones de equipo sólo hablabamos de procesos cuando queríamos evitar hablar de la gente. «Necesitamos un proceso que asegure que los clientes no reciben diseños a medias» es decir en código que «Greg la cagó». El problema, claro, es que aún así los procesos se implementan, lo que significa que todo un mundo poco a poco se forma alrededor de evitar los errores más triviales de empleados mediocres que, a su vez, se refleja en que los buenos empleados no pueden mejorar su propio trabajo porque ellos también tienen que rellenar «El Formato Diseñado Para Evitar que Hagas el Error Estúpido que Un Tipo Cometió Hace Tres Años».

Wikis, Grafitti, and Process, Clay Shirky, 26/08/2003

En corporaciones grandes este problema se ve acentuado por la bienintencionada pero errónea intención de evitar que el error de hoy lo cometa un empleado diferente cuando se haga una «reorganización» del personal. Los equipos de calidad han caído especialmente profundo en este juego fácil (en mi empresa hay una compañía que ha recibido tantos nuevos procesos para «optimizar el proceso» que ahora toma más del doble de tiempo y hay cuatro veces más posibilidades de fallo. Se han creado procesos para controlar los procesos. ¡Metaprocesos!).
A lo mejor sueno cínico. No sé. Cuando pienso todo lo que me dejo en la cabeza sin escribir porque si empiezo no terminaría me pregunto si no llevo demasiado tiempo en este ambiente y empieza tal vez a afectarme negativamente.

Hm… Algo a ponderar.

Hoy en la lista de [MAC-ES] preguntó Manel sobre Terry Pratchett (si, la lista es sobre Mac y no, no se como terminamos hablando de Mundodisco en una lista de Mac). Me pareció gracioso porque hace unos días escribí sobre Pratchett y su nuevo libro y justo tengo a medias un artículo que pensaba escribir sobre Mundodisco (principalmente porque pienso que es un autor que fuera de Inglaterra y EE.UU. no recibe la atención y publicidad que debería) así que aprovecho la ocasión, pongo aquí lo que le escribí y dejo el otro para más adelante.


Terry Pratchett, Nuevo Libro, Nuevo Juego de Mesa y… ¿Película? Soy otro de los que compra lo que sale de Pratchett siguiendo una única máxima: no tenerlo ya.

Ya me llegó Wintersmith. Es de la serie de Tiffany Aching, así que pensaba leerme The Wee Free Men y A Hat Full of Sky antes (aunque me está costando, viendolo ahí tan nuevito).

mmhhh, a riesgo de poder llamarme ignorante (que lo soy :-) ) ¿quien es Terry Pratchett y qué es lo que lo hace tan interesante?

Manel: Terry Pratchett es un escritor de lo que, pobremente, podría calificarse como «comedia fantástica». Es el escritor más vendido de fantasía en UK después de J.K. Rowling (y el primero antes de que saliera Harry Potter) que por alguna razón siempre ha sido como el Mac de los libros de fantasía. Todos los que lo leen suelen adorarlo y seguirlo, pero fuera de estos casi no se conoce. Se distribuye mas por «boca en boca» que por marketing (el marketing en España, al menos, es terrible, en UK y EE.UU. hay giras y demases).

Justo en el blog tengo a medias un artículo más o menos introductorio que debería de poner disponible estos días. En Internet hay muchísimos recursos en inglés y no los suficientes en castellano. El más conocido en nuestro idioma es el venerable «La Concha de Gran A’Tuin» que, aunque podría usar un cambio de tono y un repaso gráfico suele aún así estar bastante al día. Tiene también una introducción para nuevos en las historias de MundoDisco.

Yo haría un resumen del autor, los libros y el mundodisco así:

Sobre los lomos de una gigantesca tortuga, tan grande que en uno de sus ojos cabría uno de nuestros mayores lagos, están de pie cuatro elefantes que llevan sobre su espalda al Gran Disco del Mundo. Éste gira constantemente sobre ellos, con sus océanos, continentes, ríos y montañas, con una cascada interminable que cae por el borde y con un pequeño Sol y una aún más pequeña Luna que lo orbitan constantemente. A veces alguno de los elefantes tiene que levantar una pata para dejarlos pasar. Mundodisco no es un lugar como los que conocemos.

En 1983 Terry Pratchett publicó un libro de comedia fantástica llamado «The colour of magic» («El Color de la Magia«). Era un experimento en un tema que le gustaba y sobre el que tenía muchas ideas que escribir. Poniendo en práctica todo tipo de cosas que tenía en la cabeza (se pueden ver referencias a Fritz Leiber, Michael Moorcock, Robert E. Howard y, por supuesto, J.R.R. Tolkien) creó el Mundodisco, un mundo en el que las leyes físicas pasan a un segundo plano para dejar paso una ley más «lógica» para los humanos, la Ley de la Narrativa («una oportunidad entre un millón sucede nueve veces de cada diez», «si te encuentras a un personaje sólo, enfrentándose a veinte guerreros enemigos anónimos, y está sonriéndo mientras se lía un cigarrillo, es obvio quién va a ganar»). Este libro, que originalmente no pretendía ser parte de una serie, tuvo una tirada de sólo 506 ejemplares y se volvió un fenómeno inmediatamente. Nuevas ediciones empezaron a hacerse y Pratchett empezó a considerar su potencial a largo plazo. Un plazo tan largo que ya lleva 23 años y no tiene visos de parar.
Desde entonces, han habido 30 novelas de Mundodisco, juegos de PC y de mesa, libros de dibujos, figuras y edificios en miniatura, calendarios y diarios y todo tipo de páginias creadas por seguidores (aunque la historia en Internet de Mundodisco se remonta a mucho antes que la Web, ya que Terry Pratchett –o Pterry, como se identifica él mismo en Internet– ha participado activamente en grupos de Usenet desde mediados de los años 80).

En sus novelas Pterry escribe en varios niveles y así apelar a diversos tipos de lectores. Todas a simple vista son comedias con mayor o menor medida de chistes visuales y juegos de palabras pero, a un nivel menos obvio, se pueden entrever críticas y comentarios sociales, opiniones sobre la gente y sus costumbres y extensión de situaciónes de actualidad a este imaginario e inofensivo mundo, que nos obliga a verlas con otros ojos. Todo esto entremezclado con un sinfín de referencias de todo tipo en las novelas, puestas específicamente para quien esté buscándolas pero que no afectan la lectura en ningún momento ni de ninguna manera a los que sólo quiera reírse un rato.

En mi caso me gusta leer los libros en inglés. En primer lugar porque las versiones traducidas van muy por detrás (aunque a veces envidio a los que tienen tantos libros aún sin leer) y en segundo lugar porque las traducciones tempranas (mediados de los ochenta) dejan algo que desear (habiendo sido hechas por traductores que pensaban que el rompimiento consciente de ciertas reglas y costumbres por parte de Pterry era un error de su parte). Me cuesta admitir esto porque el primer libro que leí de Terry fue de la editorial Martínez Roca, esos de lomo amarillo de la colección de fantasía.

Pterry además utiliza muchos juegos de palabras y tipográficos en sus libros y estos presentan verdaderos retos para los traductores (se que la gente que lo lee en español considera la traducción excelente, así que esto puede ser simplemente que no estoy familiarizado con ella, pero compadezco a quien tenga que traducir a los Nac Mac Feegles).

En cualquier caso recomiendo ampliamente la serie y especialmente recomiendo que nadie empiece a leerla desde el primer tomo, sino a partir del segundo o tercero. El primer libro está muy saturado de referencias y a veces parece no tener dirección porque Pterry aún no sabía si lo continuaría pero los libros posteriores son una maravilla de dirección, ritmo y desarrollo (algunos, como El Quinto Elefante o Dioses Menores son casi obras maestras en este sentido). Personalmente, para empezar, recomendaría Mort, Pirómides (Pyramids) o ¡Guardias!, ¿Guardias? (Guards! Guards?)

Los libros no tienen una clasificación oficial, pero se podría decir que encajan dentro de algunos temas recurrentes, que tienen personajes en común:

– La Muerte
– La Guardia
– Los Magos
– Rincewind y (gulp) el Equipaje
– Las brujas
– Tiffany Aching y los Nac Mac Feegle
– Ankh Morkpork (The Truth, Going Postal)
– Otros (Pirómides, Dioses Menores, Monstrous Regiment
Un par de links:

L-Space: Todo Terry Pratchet, Todo Mundodisco. Todo el tiempo del mundo.
Órden de Lectura recomendado del Mundodisco.

Hoy me siento y veo que nada, no he escrito nada en casi una semana. Me pongo a repasar mis notas y mis borradores y veo que tengo mas que veinte a medio escribir, de los cuales más de la mitad podrían descartarse por irrelevantes y los que quedan no me terminan de convencer.

Es probablemente uno de los lugares más comunes el escribir sobre como no se puede escribir, y probablemente el efecto se ha abaratado por su exceso de uso, así que intentaré hacer esto rápido.

Alguna vez leí que se debe poner como meta el escribir algo cada día, todos los días. Cuando veía todos mis borradores pensé cómo podía ser tan difícil si tenía tanto pendiente y me di cuenta que el problema no es escribir algo todos los días sino decidir que vale la pena ponerlo. Creo es que ese simple punto el que me detiene y termino pasando de poner cosas aquí.

Sin embargo no todo es pérdida. La lista [MAC-ES] ha estado viendo más de mí de lo que probablemente quisiera y me he explayado en comentarios en appleweblog, faq-mac, bitelia y alt1040.

Este blog empezó en 2002 y desde entonces ha ido a trompicones. Por lo visto esta vez no será diferente…

Una pregunta que me cuesta responder es el por qué decidí escribir en español, cuando comúnmente lo hacía en inglés. Las razones son muchas y algún día las comentaré pero hay dos que son especialmente importantes: Me encanta escribir y se había olvidado cómo hacerlo.

El primero nunca ha sido problema, pero desde hace mucho tiempo todo lo que leo o escribo ha sido en inglés, tanto en el trabajo como en mi vida privada y hace un par de años descubrí que mi nivel de castellano había caído a niveles vergonzosos. Falta de vocabulario, construcciones pobres y rebuscadas, frases que parecen pasadas por un traductor automático, etc. Una vergüenza.

Entre las cosas que he leído al respecto me he encontrado con un blog (en inglés) en el que Judy Rose explica y da lecciones para aprender a escribir correctamente y un artículo en especial me llamo la atención: «Cuando no logras empezar a escribir» donde da una serie de ideas que nos pueden ayudar a salir del bloqueo y lograr escribir algo. Con su permiso, lo he traducido para mí y para quien le pueda interesar:

No podría decir cuántas veces se me ha acercado alguien, hoja de papel en blanco en mano, diciendo «Tengo que escribir esta carta y no se dónde comenzar».

Cuando me siento con alguien para ayudarles a escribir, lo primero que hacemos es hablar. Esto ayuda al escritor a enfocarse en lo que quiere decir. Así pues, si no puedes empezar a escribir a lo mejor puedes intentar empezar hablándolo. Cuando le explicas las cosas claramente a otra persona obtienes las bases para escribirlo. Si te encuentras solo no importa, nadie te acusará por hablar solo.

Antes de comenzar me gustaría dividir la tarea en cápsulas pequeñas, “pasito a pasito,” como dice la canción. Si no se te facilita escribir entonces pensar al respecto puede ser intimidador. Un «pasito» es manejable.

Así pues, ¿Cuáles son los pasos? Hablemos de cómo escribir cartas.

  1. Identifica el propósito en tu mente. ¿Vas a explicar algo? ¿Pedir información? ¿Discutir sobre algo? ¿Qué esperas lograr con lo que escribas? Tan pronto como has identificado tu propósito escríbelo. Así tendrás algo a lo que volver si pierdes el hilo.
  2. Dile al lector tu propósito. A nadie le gusta tener que leer seis párrafos para saber de qué estás hablando. Dile al lector desde el principio lo que quieres, y después elabora el caso.
  3. Establece el contexto. Siempre existen algunos hechos o puntos en los que se basa el escrito. Debes usar tu criterio para juzgar cuánta de esta información necesitas incluir.
  4. Ten presente lo que le quieres decir al lector. Una vez le has aclarado al lector sobre lo que está a punto de leer puedes darle más información. ¿Qué datos específicos vas a incluir?
  5. Organiza tus argumentos en orden lógico. Quieres que la información fluya naturalmente de un punto al siguiente. Cuando escribes estás construyendo algo y debe poder sostenerse en cimientos sólidos. Si la información viene desordenada obligas al lector a saltar de un lado a otro para intentar comprender lo que quieres transmitir. Nadie quiere hacer talesfuerzos.
  6. Antes de terminar, repite el propósito del escrito. Si has pedido algo al inicio, repite la solicitud. Deja al lector con la idea más importante como punto final de todo.
  7. Deshazte de los errores. Revisa tu gramática, ortografía y estructura. Quieres que el lector preste atención a lo que has dicho y los errores le distraerán. Hay ciertos errores que pueden hacer que no te tomen en serio. Si no puedes eliminar todos los errores sin ayuda pide ayuda. Si encuentras algún error menos, por favor, toma un momento para arreglarlo. Nunca digas «Ah, así está bien, nadie se dará cuenta». ¡Sí! ¡Se darán cuenta!
  8. Piensa si el escrito es demasiado largo. Busca partes que puedas quitar sin eliminar los elementos clave. ¿Has incluido información irrelevante que no está directamente relacionada a tu propósito? Quítala. Pueden ser algunas palabras, una oración o un párrafo completo. Sé implacable, pero asegúrate de mantener las partes importantes.
  9. ¡Cuidado con ese ordenador! Si trabajas en el ordenador es fácil no ver errores cuando cortas y pegas. Cuando quitas unas palabras asegúrate de que sigue teniendo sentido y que es una oración correcta. Asegúrate que los sujetos y los verbos concuerdan. Ten cuidado de que no has quitado palabras que necesitas.
  10. Déjalo por un rato. Toma un vaso con agua. Vuelve y léelo completo otra vez. A veces te involucras tanto con algo en lo que has estado trabajando que ya no puedes verlo claramente. Lo lees completo pero tus ojos se saltan frases completas porque las has leído demasiadas veces. Antes de revisar un escrito para un último visto bueno aléjate por un momento. Un excelente editor que conozco suele leer hacia atrás, oración por oración. De esta forma su cerebro es menos propenso a hacer asunciones sobre lo que ve en la página. Yo he encontrado algunos errores muy vergonzosos con este método.
  11. Asegurate de que has logrado tu propósito. Intenta leer la carta como si fuera la primera vez. ¿Tiene sentido? ¿Le falta algo? ¿Es fácil de comprender? ¿Has dejado clara tu idea? Sé crítico. Te ayudará a lograr el resultado deseado.

Esto puede parecer como un proceso largo y tedioso, pero no tiene que ser así. La claridad al pensar acelerará mucho el proceso, igual que la práctica. Mientras más escribas mejor lo harás cada vez.

Había prometido no volver a hablar de esto, pero un reciente viaje a Oporto me hizo pensar de nuevo en un tema en el que ya varios casi hemos desistido.

Itzel me comentó, después de un par de días moviéndonos por Oporto y sus alrededores, algo en lo que no había reparado. Estábamos oyendo Rádio Comercial y hablábamos de lo graciosos que nos parecían algunos anuncios y de que lo que pensábamos que era una canción demasiado frecuente era realmente un anuncio de la estación y me comentó, de forma casual:

«¿Te has dado cuenta de lo bien que pronuncian en Inglés los locutores?«

Y me hizo pensar. Realmente era cierto, el acento era impecable sin importar si mencionaban el nombre de una canción en inglés, en español o en francés. Llegando al hotel viendo la tele nos dimos cuenta de que, sin importar cual fuera el idioma de lo que estuvieramos viendo todo se ponía en V.O. (Versión Original) con subtítulos en portugués y en el cine pasa lo mismo, todo está en V.O. con subtítulos.

¿Cuál es la consecuencia de esta decisión por parte de Portugal (sea una elección del gobierno o no, no me interesa)? Que la gente desde pequeña está escuchando otros idiomas. Está inconsciente y constantemente bebiendo otros idiomas, otros acentos, vocabulario, etc. y que tiene, todo el tiempo, presente que hay más países y más culturas en el mundo.

Cuando se discute lo del doblaje se pierde a veces un poco el centro y se empieza a alegar lo buena que es tal o cual voz, que si se tiene «derecho» a ver en el idioma propio las cosas, que si el doblaje español es el «mejor» (no lo es, es de los menos malos, que no es lo mismo) o que si Constantino Romero queda mucho mejor que James Earl Jones. Todo esto es irrelevante, son argumentos a usar cuando la decisión ha sido ya tomada pero no sirven antes.

Cuando se discuten las bondades de las versiones dobladas contra las V.O. se tiene que pensar en el beneficio real a largo plazo, y no sólo en el beneficio percibido a corto plazo.

España se considera, internacionalmente, un agujero negro de los idiomas. El español típico tiene fama de ser absolutamente incapaz de aprender un idioma de otro país o de, si lo puede hablar, pronunciarlo correctamente. Cuando se oye a un español hablar bien inglés, francés o alemán lo primero que se suele pensar es que ha vivido en otro país. Incluso en los medios se bromea al respecto (la frase del «Agujero Negro de los Idiomas» la escuché en M80 Radio). Es perfectamente normal ya para todos escuchar a profesionales de la comunicación pronunciando mal los nombres de gente, sitios y cosas.

Estoy dispuesto a defender la posición de que TODA esta incapacidad que existe en España con respecto a otros idiomas viene dada completamente por la omnipresencia del doblaje en los medios.

Cuando el doblaje se dictamina por ley se afecta a mucha gente de forma negativa. No sólo se les afecta de forma directa y a corto plazo (el ejemplo más patente son los sordos, para los que los cines tradicionales están vedados) sino, lo peor, de forma sutil a largo plazo en un sentimiento subsconsciente de que no existe más idioma que el español (o «Los españoles», que técnicamente eso incluiría el Catalán, Valenciano y Gallego). Cuando un español intenta hablar idiomas le cuesta mucho más de lo que debería ser necesario y una de las razones es que no ha tenido, desde pequeño, un contacto constante con otros idiomas. El escuchar películas en V.O. no te hace aprender esos idiomas pero el cerebro, ese gran subestimado, está constantemente absorbiendo y aprendiendo. En el momento de aprender un idioma el haber visto películas en V.O. te permite reconocer frases, palabras, acentos y demás que te facilitan el aprender el idioma.

La duda me atacó tanto en Portugal que conscientemente empecé a fijarme en cómo hablaba la gente cuando mencionaba cosas en otros idiomas y la realidad es que tanto jóvenes como mayores (y MUY mayores) pronunciaban impecablemente palabras en idiomas que no eran los suyos (y los sabían escribir). Al volver a España contacté con mis compañeros en otros países y empecé a preguntar al respecto y se confirmaron mis sospechas. Los portugueses tienen fama en el resto de Europa de tener una facilidad para los idiomas poco común mientras que las personas de países que tienen generalizado el doblaje tienen la fama opuesta (mi compañía es bastante grande, así que pude hacer preguntas en casi todos los países de la UE).

Claro, los problemas son muchos e incluso se puede considerar el proverbial círculo vicioso. La gente no va a ver películas subtituladas porque no las ponen en ningún sitio, y no las ponen en ningún sitio porque la gente no va a verlas. Las leyes tienen que cambiar, debería al menos haber paridad en cómo se transmiten las películas y que existan en las mismas salas versiones subtituladas y versiones dobladas. Sólo existen beneficios y es posible que esto signifique, además, que los traductores de doblaje decidan empezar a hacer mejor sus traducciones y dejen de saltarse frases o inventarse cosas cuando no existen (al poder comparar la gente se volvería un poco más exigente), así como mejoraría la calidad de los actores de doblaje que, para sorpresa de muchos defensores, distan mucho de ser tan buenos como las voces originales.

NOTA: También se benefician los sordos al poder ir al cine y disfrutar películas cuando están subtituladas, pero siguiendo la línea actual en la que extrañamente nunca se habla de ellos en estas discusiones y que la ONCE es raramente silenciosa con este tema lo evitaré yo también para que no se me acuse de usarlos para defender mis argumentos.

He visto en muchos sitios cuestionar la decisión de Apple de incluir RSS en el mail y personalmente yo tengo una teoría al respecto.

Sin contar que hay herramientas ya existentes para incluir RSS en mail.app (y hay servicios que redireccionan RSS a mensajes de mail) me parece a mí que Apple ha decidido incluir RSS en mail como parte de su estrategia de groupware (integración para grupos de trabajo)
Recordemos que Apple utiliza macs internamente y que muchos de los problemas e inconvenientes existentes tienen que estarlos afrontando hoy en día.

Una de las constantes de ambientes corporativos es la necesidad de distribuir información de forma casi constante: Avisos oficiales de la compañía, avisos de personal, avisos de sistemas, etc. Estos se envían, tradicionalmente, en forma de mail pero el problema con el mail es que, en un ambiente sin personalizar todos los correos llegan al mismo sitio y de la misma forma. A menos que el usuario se cree sus propias reglas para distinguir (y donde yo trabajo esto significa casi dos docenas de reglas) entonces cada uno escoge qué hacer, algunos colorearan los correos diferentes, otros mandaran el correo a una carpeta específica para leerlos después y otros (bastantes más de lo deseable) redireccionarán los mensajes directamente a la basura sin pensárselo dos veces.

Incluir una sindicación de noticias como RSS en el mail permite automatizar esta entrega de información sin saturar la bandeja de correo del usuario y asegurándose que a todos les aparecen los mensajes nuevos de la misma forma.

Esto no es cualquier tontería. Para una corporación grande (la mía tiene más de 300 mil usuarios de correo en todo el mundo y sólo en mi oficina local hay 200) es importante asegurar que a todos los usuarios les llega la información eficientemente.

RSS tiene una ventaja secundaria que no es tan obvia: Al enviar un correo masivo a toda la compañía los servidores de correo tienen que crear cientos (en nuestro caso cientos de miles) de copias del mismo correo, incluyendo todos los ficheros que puedan estar anexados (y una Newsletter cada vez tiene mas formato e imágenes, aprovechando la tecnología disponible). Una newsletter por RSS es pasiva, el formato es más compacto y la carga en los servicios se distribuye (no sólo no se «empuja» el contenido dos veces, una al servidor de mail y otra a los clientes finales sino que la carga se escalona mucho más). La idea realmente no es nueva, pero no la he visto asociada a este tema y la conexión me parece demasiado lógica.

EDIT: Tim, de o’Reilly Radar, ha publicado una maravillosa columna diciendo esencialmente lo mismo que pongo aquí pero, por supuesto, con mucha mejor prosa. Pongo abajo un párrafo de los comentarios (de Matthew) que lo resume perfectamente:

«Resumiendo, Apple es simplemente demasiado popular y exitosa estos días para que gente como Doctorow o Pilgrim puedan asociarse con ella. De la misma forma en que la vasta mayoría de usuarios escogen Windows *porque* todos los demás lo usan, Pilgrim y Doctorow, así como otros intelectuales, lo evitan por la misma razón. Así como el chico del colegio que se viste todo de negro y se tiñe el pelo de púrura, la gente como Cory y Mark con frecuencia se definen a si mismos por su oposición al status quo, no por ningún tipo de razón o lógica.»

Continuar

Es una frase común recordar todo lo que hemos aprendido de nuestros padres y, si bien correcta en el contexto que la queremos decir, también es cierto que inconscientemente nos referimos a todas las cosas que gracias a ellos sabemos que hay que evitar.
Tal vez sea nuestra única consolacion al considerar ser padres. Que sin importar lo mal que llevemos nuestra vida, lo desacertado de nuestras decisiones, las meteduras de pata… alguien aprenderá de nuestros errores (o debería hacerlo) y evitará cometerlos. Es nuestra mayor lección de humildad como padres y una de nuestras mayores responsabilidades. Tal vez por esto es que no pensamos en ello y, aquellas veces que lo hacemos, cruzamos los dedos para que todas esas cosas que sabemos, en el fondo, que hacemos mal, no sirvan como aprendizaje de imitación sino de prevención a los que sin darse cuenta nos usan como ejemplo. No puedo imaginar de qué estaría más orgulloso si alguna vez miro hacia atrás y veo en lo que se han convertido personas que aprendían de mí. Si el que sean similares a mí o si fueron capaces de reconocer mis defectos y evitarlos pero tiendo a pensar que lo segundo me daría más orgullo de ellos, mientras que lo primero me daría orgullo de mí mismo. La versión familiar de cuando «el pupilo supera al maestro».

Sabemos que cuando le decimos a un niño «No metas los dedos en la licuadora» le estamos enseñando algo bueno pero, creo, se nos olvida que todo cuanto decimos es una lección para ellos. Cuando relegamos su educación a sus profesores sin decir ni pío pero ponemos el grito en el cielo cuando consideramos que ha rebasado las que pensamos «sus atribuciones como educadores». Cada vez que decimos «no hagas esto, aunque lo hago yo», «cuando seas grande comerás dos huevos» y «esto es para mayores, vete a la cama».

Probablemente uno de los mecanismos de defensa más eficaces que tienen los padres es, precisamente, la negación que les permite ignorar el tener presente, todo el tiempo, que toda frase, movimiento, gesto y acción son una clase hacia sus hijos, y que éstos no serán capaces de distinguir las buenas de las malas hasta que probablemente sea demasiado tarde (e invariablemente pasando por la etapa caótica donde absolutamente TODO lo que sus padres hacen está mal, comúnmente llamada «adolescencia», donde mas vale que les hayamos ya enseñado todo lo que necesitan para tomar decisiones correctas porque ya no escucharán nada).

(casi decidí no escribir esto porque, bien podria alegarse, no tengo hijos y alguno pensará que eso me quita el derecho a hablar sobre el tema. Por eso aclaro que esto lo escribo no como padre, sino como un hijo que un día tuvo un atisbo, en los ojos de su padre, de la carga de responsabilidad que saber esto supone y la tranquilidad mental de ver a sus hijos evitar los errores cometidos por él)

Estoy en el hospital Ramon y Cajal ahora mismo, escribiendo desde la Palm. Una visita de rutina a su doctor de cabecera le ha resultado a mi padre en un viaje en ambulancia, sirenas y todo, a esta Sala de Urgencias.
A pesar del tono brutalmente alarmista de la doctora en el teléfono al llamarme solo están, por el momento, haciendo exámenes y verificando resultados. Tratando de encontrar qué puede haber desatado los síntomas (menores por separado, alarmantes en conjunto) de su condición actual.
En menos de 40 minutos hemos visto pasar todos esos tests y procedimientos que vemos en programas como House, Scrubs, Anatomía de Grey y ER. Le han tocado, en fila india: Orina, sangre, electro, rayos-X, inhaladores, intravenosas, temperatura, esfuerzo y entre todo esto mi padre riendo porque nunca había estado en una ambulancia con la sirena puesta y diciendo que si le abro el oxígeno podría colocarse como Steve Martin, haciendo de dentista sado en Little House of Horrors.
Ahora, como se dice, a esperar…
[5 horas despues]
Más exámenes mañana. Hoy se queda a dormir en Observación, donde no lo puedo acompañar. Han encontrado líquido en el pulmón y a lo mejor una masa, pero no están seguros. Esperemos lo mejor. Me molesta haberlo dejado ahí sólo pero no me dejaban quedarme.

He aqui una fantástica simulación de lo que sucedería si un asteroide de tamaño considerable golpeara la tierra. La simulación esta hecha de forma matemática aunque se han insertado videos para aclarar los efectos a nivel menos macroscópico:



Enlace Directo

Este vídeo da una idea un poco mas clara de lo que suelo repetir en conversaciones (especialmente con gente ciegamente «ecologista») una vez y otra. La realidad es que somos insignificantes, una mota de polvo de estrellas que puede ser borrada de la historia sin dejar rastro en cuestión de horas. Nos sentimos tan superiores a lo que nos rodea e ignoramos que nuestra capacidad de aguantar un evento de nivel planetario es ínfima. La tierra periódicamente se deshace de cualesquiera especie animal que resulta en ese momento ser dominante y nosotros somos la actual.

Otro vídeo, un clásico ya, que muestra precisamente, nuestro lugar y proporción con respecto al universo (macro y micro) conocido:



Enlace Directo
El vídeo se conoce como «Powers of Ten» (Traducido como «Potencias de diez» e interpretado como «Magnitudes«) y es parte de un DVD homónimo sobre este tema. De 1024 a 10-16

Lo menos que podemos es sonreir maravillados. Somos una parte minúscula de todo lo que hay pero tenemos que darnos cuenta que eso no solo no nos hace menos importantes sino que nos hace aún más especiales. Aprovechemos nuestro tiempo aquí, en un sentido más que metafórico somos mas efímeros que la flama de una vela en un día ventoso.