A principios de este mes una nueva ayuda para los padres que tengan hijos a partir del 3 de Julio fue aprobada, prácticamente de la nada.
Por supuesto han surgido críticas y alabanzas y, en su mayoría (y lamentablemente) ni los unos ni los otros han hecho sus comentarios sin intenciones políticas ulteriores.
Incluso sitios web dedicados a la nueva medida: 2500euros.es, es descaradamente contrario a la misma y al gobierno (específicamente al PSOE), lo que se refleja tanto en la selección de entradas y citas como en los comentaristas.
Es muy triste también ver que existe una animosidad dirigida a atacar la resolución sin importar quien salga perjudicado mientras no sea uno el beneficiado:
[…]creo que esta medida es injusta porque no recibiré nada. Creo que todas las medidas que se creen para tratar de revertir esto son válidas.
Yo no me meteré en si la medida está bien pensada (lo está), si está bien desplegada (no lo está) o si ha sido bien manejada por el gobierno (no lo ha sido). Tampoco es mi lugar decir si la fecha está bien escogida (no me lo parece, aunque me haya convenido) ni comparar si esto nos pone a la altura de otros países europeos (ojalá una pregunta así pudiera ser tan simple y no estar cargada de intenciones partidistas, así alguien podría contestarla imparcialmente).
Mi angustia, realmente, es que después de meses regularizando mi situación de residencia hace cuatro años y de meses regularizando la de Itzel este año que, con un bebé en camino para fines de año, si los trámites significarían de nuevo horas y horas perdidas en dependencias y oficinas de gobierno.
Después de intentar investigar un poco queda claro que la información práctica escasea y que aún hay muchas asperezas por limar. Los organismos no se enteran y he decidido dejarlo pendiente para reintentar informarme en Septiembre o así.
En ADN (beta), sin embargo, alguien ha tenido mucha más paciencia que yo y ha decidido caminar todo lo que hiciera falta y llamar a todos los números que les proporcionaran para informarse. El resultado final es increíble y, aunque habla muy mal de nuestra organización gubernamental y de los funcionarios, muy divertido.
El artículo completo, aquí.
Dos joyas:
–Pero mire, me han dicho por teléfono en la Seguridad Social que viniera aquí, ¿podría comprobarlo?
–Le habrán dicho lo que quiera. ¡Y yo le digo que no! La Tesorería General de la seguridad Social no lleva esa ayuda. Si no me cree, coja un número de turno del grupo B, y espere.
–En ese teléfono acaban de decirme que no tienen ni idea, que llame aquí
–Un momento, por favor.
La música de espera es de jazz; piano y saxo. Cuando la (larguísima) jam session acaba, se corta la comunicación.