Leyendo que México ha recibido mucha más cobertura por Google Maps y Street View y casualmente por un comentario en un compartido de Google Reader ((Dudo que alguien me lea aquí que no lo tenga, pero si quieres añadirme a Google Reader puedes hacerlo utilizando mi mail de gmail visible aquí o seguirlo como un RSS más utilizando esta dirección.)), he decidido ir a darme una vuelta y recordar algunas cosas.

Esto está hecho un poco a boleo, de cosas que me acuerdo, casas en qué viví, colegios, etc., sin mucha más cosa detrás. Cuando Google Maps cubra también Barquisimeto y Querétaro para Street View lo ampliaré a ver si logro hacer un sumario de todos los sitios en qué viví en Latinoamérica.

La casa de mis abuelos.

La primera en la que vivimos al llegar a México en 1986 y la visita obligada de los domingos en años siguientes.

MI casa

Esta es la casa que realmente recuerdo como la mía en el D.F. Supongo que a mucha gente que ha viajado y se ha mudado mucho le pasa también: La casa en la que pasas de niño a adolescente, donde aprendes un poco a ser tú mismo y empiezas a tener experiencias que no compartes del todo con la familia pero sí (con añadidos, si se puede) con los amigos. No tenía habitación, así que dormía en una cama escamoteable del salón. Más de una vez llegué a dormir justo cuando mi madre se levantaba para hacer el desayuno y pensaba que me había levantado temprano ese día.

El Williams, el primer colegio al que fuí al llegar a México. Contra lo que pueda parecer es de lo más pijo de la ciudad.

El primer sitio donde me hicieron una prueba de IQ también. Buen sitio pero demasiado chapado a la americana, con deportistas y grupos de popularidad. Mi acento cruzado venezolano/español y mi forma de ser me granjearon la amistad de los frikis, pero el odio y escarnio de los otros.

El colegio que realmente recuerdo con cariño de México

El ISEC, un colegio normalito que para cuando nos fuimos ya se daba aires de «Universidad». La torre de al lado la recordaré siempre porque se nos venía encima en el temblor del 87, ya que el colegio estaba en su base. Cien metros adelante había una esquina que teníamos tomada y donde pasábamos una hora, todos los días al salir, hablando y viendo a las chicas pasar. Pocas de las chulas nos hacían caso, pero no nos importaba.

La Montaña Rusa de Madera del Parque de Chapultepec

El primer morreo con una mexicanita lo tuve en esta montaña rusa. La había conocido en la cola para subir y no habíamos cruzado palabra aún. Llevaba tres semanas en el país y decidí que, definitivamente, me gustaba ((Iluso de mí, fue un truco para convencerme pero no volvió a pasar nunca.)). La montaña es de las pocas que quedan funcionales construídas en madera. Al ir subiendo los ñics y ñacs hacen que el miedo vaya in crescendo y cuando estás a punto de caer eres un caldero de adrenalina y si alguien te asustase le romperías la cara antes de saber lo que sucede. O te morrerarías con la chica que te tocó al lado.
Una vez fuí solo y subí catorce veces seguidas. Las piernas me flaqueaban de vuelta a casa.

La nueva casa

Esta casa, a la que se mudaron mis padres y hermanas, solo la visité pero no viví realmente en ella, ya que es de cuando yo me fui a estudiar biología marina a Querétaro. Olvidable excepto por el hecho de que en la segunda planta vivía Paty Manterola (a quien le suene sabrá quién es) y mi madre me decía que le tirase los trastos ((Debería haberle hecho caso, considerando todo lo que sucedió después que no habría sucedido)).

La casa de mis ex-suegros.

Uno de mis sitios de llegada cuando mis padres ya se habían vuelto a España. Incómoda pero inevitable situación. Lo incluyo solo porque me ha asombrado que la cobertura de google maps llegase incluso aquí, aunque considerando que están Ciudad Neza y Tepito, no debería sorprenderme.

Las mejores quesadillas de la Ciudad de México.

Y esto lo digo habiendo probado cientos de ellas, que no quede duda.

Mi mayor accidente de coche.

En este lugar me estrellé, en mi último gran choque de coche, a 140 Km/h y con 18 añitos ((En algún momento a finales de 1989)), contra un Chevy Impala del 73 en mi Renault 18 2l. Al Impala se le rompió una luz de freno, que se encargó de decirme que debía pagarle repetidas veces cuando vió que había recobrado el conocimiento, además de unas pastillas para los nervios para su mujer que compró en ese mismo Sanborns en el Inter. Mi Renault 18 nunca más funcionó. Mi padre se lo llevó a un taller y estuvo intentando hacerlo funcionar durante dos años más, pero apenas sacarlo se incendió en llamas y decidió dejarlo morir allí.

No estoy incluyendo muchos sitios. Especialmente tengo presente que no estoy incluyendo una casa por lo menos ((En la que viví un año y de la que no puedo recordar absolutamente ningún detalle, aunque parezca increíble. Solo que estaba llena de muebles y trastos del dueño, que nunca llegó a sacar, que no le funcionaba el gas y que yo dormía en una bolsa de dormir)).

Logo Fast GoodCerca de mi oficina hay un Fast Good ((Juego de palabras que el listo de Adriá piensa que se pierde en sus compatriotas. Viene de la frase «You want it Fast, Good or Cheap?, you can pick two«. Implícitamente te deja claro que te vas a dejar los riñones empeñados en el lugar.)), uno de estos locales de comida supuestamente rápida de Ferrán Adriá. La idea, se supone, es dar comida rápida que además sea de buena calidad. El problema es que aunque uno está dispuesto a sacrificar precio la velocidad y calidad tienen que ser muy superiores.

Es una intención admirable y casi es posible perdonar que todo cueste el doble que en cualquier otro sitio. Es, al fin y al cabo, comida rápida de Ferrán Adriá («Mr. Tengo el Mejor Restaurante del Mundo».

Sin embargo varias cosas parecen haber fallado entre la idea que debe haber bosquejado en una servilleta Ferrán y la ejecución final. Hablando con gente del lugar parece ser que el consenso es el mismo: La idea es buena, la comida es buena, todo se cae en la entrega final.

Veamos. Lo bueno que tiene es que el sitio, aunque frío, es estéticamente agradable. Hay una sección de fríos antes que, si ignoras que pretenden venderte un zumo de naranja chico por 5 euros y un sandwich hecho con medio pan bimbo por 4, tiene cosas sabrosas. Las opciones se ven buenas y las combinaciones interesantes. Dan ganas de comerse algo.

En la carta hay combinaciones inesperadas para un sitio de comida rápida: Pollo con couscous, hamburguesa de setas con mozzarella, huevos fritos con jamón ibérico.

El problema empieza a surgir cuando descubres que la atención al detalle y la estética no ha llegado más lejos que la definición del menú y el resto de la experiencia es despreciable.

Empezando por las colas interminables y lentas, que van a parar a una caja de cada cinco abierta, a un cajero de mala gana que, como los guardapuertas de las discotecas de lujo, te trata como si te hiciera un favor pero realmente no merecieras estar ahí.

Yo: Hola, me da un sandwich de York con Queso, unos huevos fritos con jamón y un refresco para llevar, por favor?
Cajero Desafectado: Se nos ha acabado el York ((A quién se le puede acabar el York, por Dios.)). En su lugar hay uno de Berenjena ((Berenjena. Mi némesis vegetal por excelencia.)). El refresco lo agarra Ud. de la nevera antes de venir a la cola ((El tono implicaba que la cola se tenía que hacer de nuevo si el contenido de la cesta cambiaba.)). No le puedo dar los huevos para llevar ((Pedí explicación sin suerte. «Los huevos no los podemos poner para llevar.»)).
Yo: Ehrm. Bueno, vale, dame una hamburguesa pepita con patatas y cóbrame una coca-cola, que ya la pillo ahora. Para llevar.
Cajero Desafectado: Son 14 euros.
Yo: Ouch. Ok. Te pago con tickets-restaurant.
Cajero Desafectado: Vale. Recibo 16 euros en tickets. No le puedo dar vuelto.
Yo: Jodo. Pues nada, de ahí iba tu propina.

El señor Cajero agarra dos euros y los mete al bote y yo me quedo con la boca abierta y decido tomar mis cosas y largarme de ahí. Acabo de recordar que no me gusta comer en Fast Good y admito para mis adentros que la culpa ha sido mía por ir. Estoy pagándolo.

Pasan 20 minutos ((No. No exagero.)). Finalmente llega mi hamburguesa (fría) ((La hamburguesa de Fast Good está hecha específicamente con una carne jugosa con grasa especial para darle un sabor único. Lamentablemente eso significa que si se deja enfriar adquiere una capa blanquecina mantecosa por afuera que sólo se quita recalentando.)) y mis patatas (frías). Meto mi refresco (caliente) en la misma bolsa y me vuelvo a la oficina a comer.

Lo peor de Fast Good es tal vez la sensación de potencial desperdiciado. De una buena idea olvidada durante su ejecución. La comida suele retener suficiente sabor en su criogénico estado como para isinuar a que estaba realmente buena recién hecha ((Aunque sobrevive mal a un microondas.)). El lugar es casi tan bonito y cómodo como para no prestar atención a que el clima está puesto en modo «Tundra Siberiana». La variedad étnica del personal es admirable y casi hace olvidar el hecho de que tienes que repetir cuatro veces casi todo lo que pides ((Yo he ido a apuntar con el dedo en la carta de la pared lo que quería.)) y que tus platos suelen acabar en las mesas de otros. Tal vez lo más deprimente es ver tu hamburguesa esperando en la ventana de la cocina, el humo de su calor siendo cada vez más tenue, mientras los camareros pasan a su lado una, otra y otra vez, para luego cogerla y pasar enfrente de tu mesa una, otra y otra vez con ella en manos, incapaces de seguir incluso su propio sistema de darle al cliente una banderita con un número.

Lo más mencionable es que el lugar, aún así, nunca está vacío. A la gente no le termina de gustar pero sigue yendo. Supongo que es lo mismo que me pasa a mí, que se me olvida que no me gusta el sitio y al tenerlo tan cerca me dejo llevar por lo que promete y no, realmente, por lo que provee. Nunca he encontrado a nadie en Fast Good que diga que está bueno pero seguimos yendo. Tal vez porque no tenemos opción.

Lo que realmente debería pasar es que me deberían de abrir un Alfredo’s Barbacoa en la puerta de la oficina. No será bonito de ver. No serán hamburguesas de diseño pero madre mía, que buenas que están y, si tienes suerte, Alfredo se sentará contigo, botella de Southern Comfort ((Un whisky dulce y con naranja.)) en mano y con las Dixie Chicks a todo volumen en la tele, y te contará, en su español fracturado, sus aventuras.

Una de mis grandes obsesiones son los mapas y los GPS, y algo que llevo mucho tiempo prediciendo (aunque la palabra aquí sería «esperando» o «deseando») es una forma de poder obtener datos geográficos de mi situación en cualquier momento dado.

Esto, contra lo que pueda parecer, no es por una obsesión compulsiva de control sino por complementar datos en viajes y fines de semana. Por tener una forma de saber por dónde has caminado y por tener un registro de coordenadas que aplicar a las fotos que tomas, para saber dónde las has tomado.

La ventaja de tener un registro de GPS de tus actividades es que cualquier evento que puedas asociar a un día y hora determinados lo puedes localizar en el espacio también. Las fotos que tomes son sólo un ejemplo pero aplica también para películas o llamadas de teléfono o incluso que recuerdes haber visto algo en la calle pero no recuerdas dónde.

Un uso cuestionable sería que los comerciales de una empresa tuvieran todos uno y cada mañana tuvieran que descargar sus datos en la oficina, con lo cual se podría conocer sus actividades (a posteriori)

Hasta ahora había estado llevando varios tipos de combinaciones de GPS, blocs de notas y demás para este mismo propósito pero finalmente la tecnología parece haber llegado a donde esperaba.

Hace un par de meses Sparkfun anunció su nueva antena de GPS, que funcionaría con un también nuevo receptor de GPS en miniaturizado. Como no es fácil entender lo pequeño de estos dos nuevos equipos nos enseñan fotos de ambos puestos sobre una moneda de 25 céntimos de dólar (de tamaño aproximado a una de 2 euro):

Receptor de GPS de Sparkfun. 1cm por lado.Antena receptora de GPS. 8x2mm.

Con la tecnología ya a punto Sparkfun nos trae el producto que llevaba años esperando: El GeoChron GPS Logger (ficha técnica en PDF).

GeoChron GPS Logger Sparkfun

En un tamaño no más grande que una cajetilla de tabaco tenemos un receptor GPS pero hay aún algunas formas (pocas, sinceramente) de mejorar el GeoChron GPS Logger, aparte de la siempre importante del tamaño:

1.-Puerto USB para:
-Para poder usarlo como un receptor GPS normal conectado a un ordenador
-Para poder cargar la batería desde el USB
-Para poder conectarle un módulo Bluetooth/USB (#1, #2, JPG) y usarlo con un ordenador o PDA Bluetooth.

2.-Formato más chico. Es posible, como demuestra el TrackStick II.

3.-Memoria interna: Con 1 a 8 MB sería suficiente. El coste añadido sería de menos de un par de dólares.

4.-Modos de captura configurables: Hay un modo interesante de captura en algunos receptores que no registran entradas en el log a menos que haya un movimiento real (representado por al menos cinco movimientos continuos a una velocidad similar y una dirección similar). El receptor mantiene en memoria los últimos registros pero sólo escribe si es necesario. Esto ayuda a mantener los logs chicos sin perder exactitud (cuando el receptor esta detenido no registra entradas).

5.-Un botón para crear un marcados: El formato en que se graban los datos es NMEA. Este permite la creación de «marcadores». Un pequeño botón de presión en el aparato podría marcar que ahí hay algo a recordar.

6.-Aunque no quiero exagerar, no estaría nada mal que los de Sparkfun hicieran un minikit con su propio kit de pantalla y altavoz que se pudiera conectar al Sparkfun, solo para mostrar el estatus de los satelites y las coordenadas actuales.

Poco menos de dos días en México y ya tenemos víctimas:

1.-Tenemos ya fumigadas 350 páginas de Harry Potter and the Deathly Hallows, no pequeño logro considerando que la mayor parte del tiempo la he pasado durmiendo (Jetlag) y encontrándome con gente.

2.-iMac G4 Flexo de la Madre de Itzel finalmente recibe una sesión seria de mantenimiento. Actualizaciones, configuraciones y limpiezas. Me asombra lo bien que sigue yendo esta máquina (que siendo de Abril de 2002, según Coconut Identity Card, tiene ya más de cinco añitos). No se si ejecutarle el AppFresh o dejarlo ahora, que tan contento está.

3.-En un viaje al Supermercado tuve un tropezón en la sección de juguetes. Al final acabé con unas figuras a escala geniales. Dos de Galactica (un Raptor y un Viper Mk.VII) y una de Star Wars (B-Wing):


Foto en Flickr

Están tan chulas que estoy pensando seriamente llevarme una remesa entera y usarlas de regalo para otros friquis. Se que sólo con mi prima desaparecerían algunas y si Cristina o Salva se enteran me quitan las de Galactica de las manos.
La serie se llama Titanium Series Die-Cast, de Hasbro, y son cientos de modelos diferentes, con secciones especiales para Star Wars y Galactica. Mal vicio. A $ 5.00 cada uno es fácil pillar uno de pasada. Casi doy gracias de que no los tengan todos aquí. Algunas de las figurinas:




Dando vueltas por ahí me topo con un artículo llamado «¿Son los bebés más conscientes que los adultos?» y lo tengo que leer.

Bizarramente, por nuestra embazarosa condición actual, este ha sido un tema que ha salido frecuentemente. Nos fijamos más en los bebés de los demás (o yo, al menos, Itzel parece haber tenido siempre un beberadar que ahora sólo se ha acentuado) y en cómo se comportan.

Dice el artículo:

«Así pues… ¿Cómo se siente ser un bebé? Según Gopnik es como estar pendiente de todo al mismo tiempo: Hay mucho menos de lo reflejo y lo ignorado, lo no-consciente, automático y experto. Gopnik sugiere que lo más que un adulto puede acercarse a la percepción de un bebé es cuando se encuentra en un lugar totalmente diferente, como otra cultura, donde todo es nuevo.»

Los bebés están, entonces, más conscientes de lo que les rodea que los adultos presentando una química cerebral similar a la que tiene un adulto cuando presta atención, pero experimentándola constantemente. Los niños pequeños aprenden más rápido que nosotros y recogen mucho más conocimiento incidental («¿Conocimiento Ambiental?») a través de todos sus sentidos.

Gopnik sugiere que lo que los adultos llamamos «poner atención» es realmente el haber aprendido a controlar esa entrada de información constante y poder «encenderla» cuando la necesitamos y en el contexto que la requerimos.

Esto probablemente es obvio o lógico para los que ya han tenido hijos, pero a mí me parece fascinante. De forma tal vez subconsciente me había subscrito siempre al lugar común de que los niños son «contenedores vacíos» y por eso aprenden de todo (y las frases más inesperadas).

La idea de que todo es tan nuevo que no tienen una referencia para protegerse mentalmente me hace sentirme triste por haber perdido esa «deficiencia». El que no conozcan lo suficiente lo que les rodea como para poder descartarlo sin pensar por «ser normal».

¿Recuerdas tu la primera vez que probaste un chocolate?
¿Recuerdas la primera vez que viste llover?
¿Recuerdas la primera vez que cruzaste una calle sinque te llevaran de la mano?

¿Recuerdas cuando absolutamente todo lo que experimentabas, con todos tus sentidos, lo experimentabas por primera vez?

People could not normally see him – he occupied a blind spot in their senses, which they filled in somewhere inside their heads with something they preferred to encounter.
There had been one bad moment, though. He’d heard a small voice say: «That man’s a skelington,» and had turned to see a small child in a nightdress watching him over the top of the bar, without terror but with a sort of fascinated horror.

La muerte se encuentra con un niño que no tiene los sofisticados filtros mentales de los adultos, que les impiden ver lo que realmente está ahí. Terry Pratchett – Reaper man (el segador)

EDIT: Un comentario de los comentarios (!) me pareció interesante: Los bebés muy pequeños probablemente no tienen esta especie de monólogo interno que los adultos tenemos ya que sus centros del lenguaje no están desarrollados aún. Eso crea la pregunta de, cuándo un bebé piensa… ¿qué representación tienen esos pensamientos? ¿Secuencias de experiencias cubriendo todo el espectro de sentidos? ¿Perdemos también eso cuando aprendemos a poner palabras asociadas a conceptos y cosas?

Colourlovers, en otro artículo temático (los mismos de «Cómo robar los colores de los pintores clásicos«) se dedican a extraer las paletas y combinaciones de colores de coloridas mariposas, obteniendo unas combinaciones preciosas y naturales.

Un ejemplo es como de esta mariposa:


null

Se obtiene esta paleta:



O cómo la venerable Mariposa Monarca nos comparte una paleta digna de Halloween:





Las paletas obtenidas han sido integradas en la biblioteca que el sitio mantiene activa, junto con muchos otros cientos. Listas para ser aprovechadas con lo que en un diseñador gráfico sea el equivalente al bloqueo de escritor.

El artículo, con muchos más ejemplos, aquí.

Materialise.MGX ha presentado en Milán este año una colección de productos ideados por diseñadores de todo el mundo para empujar su tecnología de impresión en 3D.

Destacan entre las muestras de la compañía belga la lámpara Con.Sequence diseñada por One&Co que aprovecha la tecnología de impresión en 3D para presentar dos texturas diferentes con el mismo material y la lámpara de Dan Yeffet que representa una huella dactilar ampliada.


materialise.jpg

Materialise.MGX ya había causado un gran impacto en 2005 con su presentación, pero ahora con las aportaciones de diseñadores conocidos que pueden realmente sacarle jugo a su tecnología probablemente encontrarán finalmente el apoyo que necesitan. Algún día pondremos algo sobre su tecnología específica (de la que MGX es la extensión que usan los ficheros) y de la impresión en 3D en general.

Reportaje gráfico de todo el SALONI en Designboom.

[Provocado por la entrada de Edgar]

No es por nada pero por lo visto, este fin de semana tendremos un anuncio sobre starcraft:

starcraft2.png

El pantallazo es de www.starcraft2.com.

En GameSpot especulan. Se supone que este fin de semana Blizzard hará un anuncio. Este fin de semana también termina la cuenta atrás representada con la línea de tiempo representada por los éxitos de Blizzard de los últimos años (cada día se ilumina un juego más reciente, el fin de semana sabremos qué es el signo de interrogación). Se especula que podría ser una secuela del juego legendario o una versión en formato similar al World of Wacraft.

EDIT: Ecetia se hace eco de la noticia, probablemente con más información.

Las betas de Perian siguen avanzando y tendremos version 1.0 a finales de este mes, de acuerdo a los foros.

La beta 2 salió el 19 de Abril y pinta como lo único que le faltaba a Quicktime. Se ha añadido soporte de subtítulos SRT para AVI y MKV.

Recordemos que Perian es también lo que se puede instalar para que AppleTV, iTunes y FrontRow reconozcan muchos más formatos de vídeo. El soporte de subtítulos es la cereza sobre el pastel.

Las mejoras que la versión 1.0 tiene hasta ahora son:

-Soporte de formato MKV (Matroska, que no tiene la visibilidad que debería)
-Soporte de Subtítulos SRT y SSA y ASS para AVI y MKV
-Soporte completo de DIVX y XVID
-Soporte de AVI encapsulado en Google Video (GVI)
-Cambio a un Panel de Preferencias, lo que facilita la instalación y configuración.
Actualización automática a nuevas versiones
-Soporte añadido para audio MPEG-1 Layer 2 y ADPCM en FLV
-Añadido VORBIS, Fraps FPS1, VP3, i263, HuffYUV y vídeo MPEG-1/2 en AVI/MKV

Subtitulos en Perian