Hoy en alt1040 Eduardo ha publicado una nota de esas que están específicamente orientadas a producir comentarios (lo cual no tiene nada de malo) pero parte de una premisa que, para mí, es totalmente errónea.
Lo comento aquí porque he puesto un comentario mastodóntico que, considerando el estado actual de alt1040, puede perfectamente desaparecer en el limbo y si no de todas formas quedará enterrado en la discusión sin sentido que puede generarse ante estos temas.
Incluyo el texto completo y destaco la parte a la que me refiero, para poder poner luego una versión de mi comentario
— Los jóvenes no se sienten culpables al bajar música
Es lógico, es obvio y es noticia: los jóvenes no se sienten culpables al bajar música, ¿por qué deberían sentirse así? — ¿desde cuándo el compartir música es un delito? — el dato viene de un informe de la Comisión Europea donde se revela los motivos por lo cual lo hacen, uso privado, exageración del daño que supuestamente las descargas hacen a los artistas y que simplemente los CDs y DVDs son demasiado caros.
En cuanto a los riesgos legales, dicen que les importa poco al igual que los virus. Lo más fuerte de todo esto es la noticia en si de 20 minutos, llamando “excusas” a las razones por las cuales los jóvenes deciden descargar, una pena.
Aunque conozco y entiendo la posición de Eduardo me parece que está siendo un poco demagogo al mezclar dos cosas que no son sinónimas y convertirlas en tales en su redacción, lo cual le permite luego insultar el artículo que enlaza.
Bajar no es lo mismo que compartir
A lo que el llama compartir ellos (la mayoría de los usuarios de la mula) llaman bajar. Ellos no piensan que estén compartiendo y para la mayoría sería una sorpresa saber que sucede (aunque alguno ya ha descubierto que por eMule si tienes cosas compartiendo puedes bajar más y mejor y que en torrent no tienes que compartir nada si no quieres). Ellos en su mayoría tampoco piensan que estén ejerciendo su derecho a copia privada sino que piensan que están bajando música, películas, televisión y programas que alguien más ha comprado y que a ellos les están saliendo gratis.
El problema de defenderlos cuando se está informado es que no se defiende a gente que sabe lo que tú sabes y que en muchos casos tampoco le interesa. Entre los que defiendes hay un montonal de gente que piensa que está siendo el listo de la película. Que piensa, sin rodeos, que está evitándose pagar por las cosas y así puede bajar más (no bajar «lo que quiere» sino bajar «todo lo que sea posible»). Algunos luego aprenden que pueden repetir las frases «copia privada», «derecho a la cultura» y «David Bravo es mi héroe» hasta poder ahogar todo posible argumento en contra (en cuanto aprenden estas frases se pierde también cualquier capacidad de discusión y diálogo).
Ahora bien, llevandolo a un extremo nadie compra música y todos se la bajan. En este caso ¿Quién comparte? ¿Quién paga? Si todos bajan nadie sube nada nuevo.¿quién compra? No hablo de hoy ni de ahora sino de qué sucede si se lleva al extremo la tendencia que hoy proclamamos como parte de nuestros derechos inalienables a la copia pirvada.
Imagino un futuro en que las discográficas se han ido al drenaje como proclamamos que deberían por vampiras chupasangre, que los músicos se ganan el dinero en conciertos y ya no graban en estudio y donde todos nos compartimos música grabada por nosotros mismos, donde se oyen los eructos de los amigos y un montón de ruido de fondo que pretende ser música. Esto y repeticiones de Verano Azul porque ya nadie ha copiado nada nuevo que podamos pirat baja compartir
Otras dos cosas, ya puestos a que no me entienda nadie y empiecen a repetirme argumentos que ya conocía:
¿Reconocemos, al menos, que al final de esa cadena de copias privadas hay una persona que ha pagado por la obra? ¿Implicamos por definición que ése que la ha pagado es idiota, porque el sí pagó y nosotros no?
Esto es lo que se implica, sin decirse y a veces sin pensarse directamente, en una sociedad que no ve diferencia (como la redacción del artículo deja claro que es el caso) entre «bajar» y «compartir» (y ya puestos entre «compartir lo que he pagado» y «compartir lo que he bajado»). Cuántos de los que bajan han compartido? Cuántos no son simples sanguijuelas parásitas comparadas con los que buscan, a lo mejor compran y además comparten?
Sip, así es, incluso entre las P’s del P2P hay clases, y como en todo lo demás el 90% son basura.
¿Entendemos que si los músicos deciden que los pedosperos tienen razón entonces toda la música pasa a ser de concierto? Para qué gastas en música de estudio para regalársela a gente que ha dicho, a gritos y abiertamente, que no pagaría por ella y que te busques la vida tocando en vivo?
Llamadme cínico, pero aunque ya he aprendido a manejar la doble moral de la gran mayoría de la gente que baja música (no hablo de nadie en particular ni de alt1040 en específico, ya he comentado al respecto antes y yo soy uno de los que bajan al fin y al cabo) no puedo con los que dicen que «si costara menos lo compraría» o los que intentan racionalizar sus actos. No es cierto, nadie bajaría menos si las cosas fueran más baratas porque barato vs. gratis pierde siempre. No es cierto, porque la primera y más importante razón para bajar las cosas es rapidez, inmediatez (dos cosas diferentes) y comodidad y solo después se vuelve un vicio de bajar por bajar «al fin y al cabo es gratis».
¿Que pasará si finalmente cambia la legislación y realmente ya no podemos alegar que sea 100% legal? Sabemos todos que seguiremos haciéndolo pero cuales serán los nuevos argumentos? Me divierte pensar que los abanderados de la ley hoy mañana estarán del otro lado cuando ya no les convenga. Hoy en día es claramente un punto gris porque si no no sería interpretable, es gris porque los que defendemos el P2P aprovechamos un agujero semántico que se creó al no saber predecir el futuro los legisladores. Pero en el fondo sabemos que el «espíritu» de la copia privada realmente no había contemplado nunca que se hicieran miles y miles de ellas.
Yo, como he dicho siempre, seguiré haciendo lo mismo. Seguiré bajando y compartiendo, como se de. A quien quiera venir a llamarme pirata le invitaré a tomar uno de mis DVDs o de mis libros y cuando se retracte le invitaré a copiar mis series de TV bajadas de Internet. Y cuando me llame doble-cara e hipócrita le explicaré que no, que yo no he ocultado nunca lo que hago y que tampoco he pretendido, después de años de hacerlo, que de repente era todo legal.
Aclaro, por si no queda explícito ahí arriba en todo eso: Bajo música, bajo series de tv y bajo alguna que otra película (aunque muy pocas de las segundas y menos aún de las primeras). Lo hago en mayor o menor medida desde antes que la mayoría de los grandes defensores conocieran que existía un internet en el que empujar el concepto de «copia privada» hasta sus extremos (desde 1991, mas o menos) y lo seguiré haciendo de la misma forma cuando se les haya secado la garganta. Para mí toda esta discusión es algo que pasa y veo desde las gradas y me da una vergüenza inexplicable el no poder decir, en pleno partido y con las apuestas calientes, que haya un bando al que le pueda ir porque ambos han tomado actitudes guerrilleras políticas estúpidas con las que no me puedo, con la consciencia tranquila, asociar.
Y ahora lo dejo, porque para que me ignoren el comentario, me lo borren por largo o me contesten sin leerme ya tengo la casa y el trabajo.