Ayer puse una traducción sobre lo que Steve Jobs probablemente piensa sobre la situación actual de la música digital y sus paralelos con el mundo informático de finales de los setenta.
¿Es mejor Apple que Microsoft? ¿Son peores las productoras que IBM en su momento? ¿Se justifica más sólo porque sea la menos mala de las opciones incuestionablemente legales?
El tiempo lo dirá. Cada vez más músicos se dan cuenta de que hoy en día no necesitan a las discográficas. Ya no necesitan esa inversión inicial que era uno de los dos pilares de las discográficas porque los gastos de hacer la grabación y los discos y la distribución física han sido anulados por la tecnología y por Internet. El otro pilar que era la venta, remuneración y control hoy en día ofrece tambien alternativas viables (de las cuales iTMS es simplemente la menos indeseable).
Al contrario de muchas de estas discusiones yo no pienso que los músicos deban de irse a vivir de los conciertos y regalar su música. Eso me parece utópico e incluso insultante.
Sí creo que es posible llegar a un acuerdo entre músicos y «escuchas» en el cual los músicos cobran unos céntimos por canción descargada, que ellos mismos crean y ponen en línea. Creo que es posible que surjan sitios como iTMS que no sean más que intermediarios para la música y que se lleven otros cuantos céntimos por serlo y hacer la transacción.
Creo que tarde o temprano los usuarios aceptarán que si pagan 20 ó 30 ó 40 céntimos por una canción con reproducción y copia ilimitada no es demasiado pagar ni un abuso. Que descubrirán que sus principios no se ven «pisoteados» por remunerar a alguien por su trabajo si el precio es adecuado.
De todo esto estoy convencido que lo más difícil será llegar a un acuerdo sobre lo que «un precio adecuado» significa. Lo segundo más difícil es que los que crean decidan creer que los que disfrutan no les timarán y que los disfrutan decidan dejarse de picaresca, semántica y falta de responsabilidad.
¿Utopía? Probablemente, pero tarde o temprano un bando tiene que entender que su modelo hace tiempo que dejó de ser relevante y el otro bando tarde o temprano tendrá que aceptar que no existe el comunismo perfecto y que la idea de «tu haz que alguien ya te pagará» no es un modelo de negocio deseable.
Incidentalmente, pienso que una gran división va a suceder y finalmente se reconocerá que no pueden aplicar las mismas reglas a todos los tipos de contenido audiovisual. No pueden aplicar las mismas reglas a un grupo de rap que a una filarmónica que a una serie de televisión nacional que a una miniserie internacional que a una superproducción de cine.
Vamos a tener que ir encontrando modelos sostenibles en cada uno de los medios y para esto vamos a tener que entender: Hay que ceder. TODOS tenemos que ceder.
Estoy totalmente de acuerdo contigo. Añadiría solamente que además del aspecto remunerativo, el acuerdo debería proporcionar al autor control sobre su obra.