300 en DVD – ¡Que no seas pirata, coño!

Hoy hemos ido al OpenCor a comprar cositas para la comida y he visto el DVD de 300 ahí en la caja, mirándome con ojos invitadores. Mientras la mama miraba hacia otro lado lo he metido en la cuenta y la hemos visto esta tarde ((Eduo: «¿Cómo? ¿No lo habías visto? No, no. Ya lo teníamos desde hace tiempo. Claro que no lo acabo de comprar, ¿por quién me tomas?»)). Un día de estos que tenga un rato libre veré algo del segundo disco ((Itzel sabe que me gustan las ediciones especiales y ella misma me las escoje pero, como bien insiste, no se explica por qué si nunca tengo tiempo de ver los extras.))

((Imagen tomada de Amazon.co.uk, donde no son idiotas y no ponen la imagen real, llena como está de publicidad y carteles, aunque se puede ver en el concurso de Uruloki))

Lo importante es que al ir a abrir el DVD para ponerlo en el reproductor me ha llamado la atención ver que, cada vez más, el arte y la imagen de los DVDs está perdiéndose para dar lugar a algo que no me está gustando nada. Aquí hay una foto de mi DVD de 300, si no es obvio lo que choca con el diseño del disco haz clic para ver un cómodo acercamiento:

Pues sí. Esas criaturas que tanto estiman al consumidor. Que tanto intentan cuidar a los que obtienen de forma legítima su música, sus películas y sus series de televisión. Las grandes productoras una vez más presumen de mano izquierda y demuestran no entender cómo funciona el público, los mercados y la imagen.

¿A qué nos recuerdan los letreritos anti-piratería de estos DVDs? A esto:

((‘Su Tabaco, Gracias‘, ©Jorge Louzano Penalva, en Flickr))

No les basta con ponernos letreros antipiratería en toda la caja, en las contraportadas y en el vídeo mismo ((Siempre insistiré en la futilidad de poner una advertencia que sólo le saldrá a los que hagan las cosas como deben hacerse. Es como poner sistemas anti-copia en los juegos en que son hackeados por los piratas pero sufridos por los que han pagado por el software.)) sino que ahora la mitad del CD está llena de leyendas y avisos también dirigidas a un posible porcentaje de gente que pueda cobrar por reproducir el DVD.

Las productoras de DVDs han decidido que la mejor forma de hacer atractivo su producto es ponerle el mismo tipo de letreros que se asocian con el producto de peor imagen pública hasta ahora en el S.XXI. Los mismos letreros que la gente ha asociado con mensajes tipo «Este producto te puede matar» y «Este producto produce cáncer en los niños». La gente que hace este DVD ha decidido que les compensa afear todo su producto con tal de tener un pie legal con el cual intentar apoyarse por si algún día quieren perseguir a un chaval que alquile su DVD.

Y en esa reunión, donde estas lumbreras decidieron que esto era buena idea, no hubo nadie que levantara la mano y les recordara la razón que hemos estado usando durante años (y cada vez con menos credibilidad) los que seguimos comprando DVDs originales ((No es sorpresa que cada vez seamos menos.)).

Que alguien les recordara que la gente compra algo original (y con más razón una edición especial) porque quiere sentir que obtiene algo superior y que si la calidad continúa sacrificándose (no se nota, pero la impresión de este DVD está muy pixelada), que si continúan metiendo trailers en los DVDs que no se pueden saltar (irrelevantes a los 6 meses de fabricado el DVD), que si continúan INSULTANDO a los que pagan por sus productos no hacen sino quitarnos argumentos si algún día alguien nos pregunta por qué lo hacemos.

Y algún día, a este paso, dejaremos de hacerlo. Al menos usando torrents y mulas hay menos hipocresías de por medio.

6 comments

  1. Estoy absolutamente de acuerdo contigo en esto. Yo compré la serie de televisión EXTRAS de la BBC y descubrí HORRORIZADO que incluía al inicio de cada uno de los tres discos un ANUNCIO de BRONCOLIN y que no había forma de saltarlos.

    Imagínate tener que ver no una, sino tres veces al rechoncho Alfredo Adame aununciando Jarabe broncolin, pastillas broncolin y ahora ¡tes broncolín! que por no tener azúcar pueden ser tomados por diabéticos. ¡Carambas! es un verdadero insulto.

    Yo pagué por esos discos y me parece absolutamente injusto tener que ver esos anuncios como si los amigos de Broncolin me los hubiera regalado.

    Si uno compra un DVD es para, entre otras cosas, NO VER ANUNCIOS. Si uno compra un DVD de edición especial espera tener un objeto que nos de alguna satisfacción. Ver advertencias en un disco en múltiples idiomas no es mi diea de «satisfacción».

    no me considero idiota, pero estos tipos me hacen preguntarme si lo soy por comprar sus productos.

  2. Yo he llegado a copiar dvd originales míos, con el único objetivo de saltarme las intros, anuncios publicitarios, antipiratería y menus.

    A mi, me gusta poner el disco y que empiece la película, ya está.

    Los añadidos, el cómo se hizo y demás, son eso, añadidos.

  3. Gran apunte, pejeverde. Es más: si nos tenemos que comer por huevos publicidad cada vez que metemos nuestro disco me da a mi que nos la están metiendo doblada, ya que a mí el DVD no me ha salido más barato, aunque tenga publicidad. Pa que luego hablen mal únicamente del consumidor, que roba mucho.

  4. Pensaba decir que era irrelevante que trajera publicidad o no pero lo he pensado mejor.

    No me molestaría pagar menos por un DVD a cambio de que trajera publicidad. Así es como se subsidian las revistas (a más publicidad más barata la revista) a final de cuentas.

    Me molesta que la tendencia a poner publicidad en los DVDs (y aquí el mayor culpable es Disney, me da a mí) es una de esas cosas que las productoras hacen «porque pueden» y porque nos han ido acostumbrando poco a poco. Lo de que pretendan que no sea adelantable o saltable ya es el colmo.

    Yo también me he copiado DVDs propios, pero no por ello me molesta menos lo que hacen. Y una de mis quejas es independiente de poder copiarlo o no (una discusión en sí misma) y es precisamente de que compro el original por el valor añadido que me supone pero si viene plagado de porquería, tanto digital como físicamente, ya no me aporta ese valor que compensa su costo.

  5. Ayer compré los ¡4! discos nuevos de Molotov. Cada integrante del grupo produjo un disco que incluye cuatro canciones. Cada disco se vende por separado y por los que pague 45 pesos (unos 4 dólares por cada uno).

    Quedé contento con mi compra. El precio no se me hizo alto y cada uno tiene su propia «personalidad». Me gustó lo que recibí a cambio de mi dinero, aunque la experiencia me resultó un poco extraña.

    Nada de protección antipiratería, nada de comerciales, solo discos atractivos con música que me gusta. No está mal.

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