Hace dos años llegamos a esta casa ¡Oh, tan amueblada y grande! En su momento el que tuviera muebles y estuviera cerca de la oficina tenía mayor prioridad que otras cosas y hoy, después de este tiempo y a miras que seguiremos aquí algún tiempo más, desearía haber negociado mejor algunas condiciones de la casa.La casa está aún bien, pero los muebles… como decirlo… no son precisamente nuestro estilo. Hay una alarmante densidad de muebles del estilo asociado con «La casa de la abuela», así como adornos tipo elefantes de pasta, jarrones de plástico imitando cristal cortado y souvenirs de hoteles egipcios.
Así pues, el nuevo reto es reorganizar esta casa, escondiendo los muebles (son parte del alquiler, si los tiramos tendremos que dejar reemplazos) y obtener unos nuevos que nos gusten un poco más. Suena más fácil de lo que es.
Ya contaré más cuando encontremos alguna solución.