Sketchup es un magnífico programa para CAD y 3D que trae ideas frescas al respecto de cómo hacer los modelos. A través de unas reglas muy básicas (cuya base es la «inferencia», la capacidad de hacerle entender al programa lo que queremos hacer infiriendo de otras partes del dibujo las relaciones) se pueden construir modelos complejos y detallados. Desde la versión 1 para mac he usado esta herramienta y tanto la aplicación como el equipo de desarrollo y los foros de usuarios no me han dado sino gustos. Desde reorganizar el interior de un departamento hasta diseñar casas, herramientas o muebles.
La gran nueva noticia, claro, es que Google adquirió hace algunos meses @Last, la compañía que hace SketchUp.
SketchUp había sido un producto moderadamente exitoso en un mercado tradicionalmente monopolizado y elitista. Apelando a los «aficionados» y con una actitud alegre y amistosa se estaban haciendo con un grupo de usuarios leal y útil, que ayudaban a todo nuevo que entraba. Reconocieron también este estilo en los usuarios de Mac y saltaron a cuidarlos y darles versiones simultáneas optimizadas (yo los conocí cuando eran un puñado de desarrolladores en la MacWorld San Francisco presentando su primera versión).
Un buen día decidieron que SketchUp podría utilizar Google Earth para facilitarle a los arquitectos mostrar sus diseños sobre el mismo suelo en el que quedarían y se pusieron en contact con Google para poder acceder al API de edificios de Google Earth y de esa conversación resultó la adquisición y la liberación, hoy, de la versión gratuita de SketchUp para «uso personal» (la versión completa sigue costando USD$ 495) que permite usar el programa básico, imprimir los modelos, guardarlos en una página especial en Google o ponerlos disponibles en Google Earth. Esto último es precisamente la razón de que Google adquiriera @Last, aunque se maneja de forma sutil.
Explicado de una forma magistral por Tim O’Reilly (quien no necesita introducción) el mensaje es claro: El éxito de un servicio se define por su contenido y en Internet esto significa «dale el poder a los usuarios». Google ha puesto, de forma gratuita en manos de miles de aficionados la posibilidad de ir poblando con modelos 3D las ciudades del mundo. Es lo mismo que distingue al Open Source, en una arquitectura de participación (el ejemplo más obvio es la Wikipedia) la sociedad misma provee el contenido y la regulación. Los contenidos erróneos desaparecen y los correctos son premiados con reconocimiento. Desde la liberación del plug-in (y ahora del programa) cientos de diseñadores han enriquecido Google Maps con modelos en 3D y, a su vez, han enriquecido sus modelos en 3D con información geográfica. Todos ganan (Google el que más, pero si los participantes ganan a su vez entonces se compensa).