NOTA: Esta entrada llevaba al menos una semana macerándose y probablemente no la hubiera sacado si no fuera por ciertos eventos personales y porque salió otra tremendamente similar en el dashboard de WordPress.
Tras una invitación a evaluar un rediseño de una web resurgió, hace unos días, la eterna discusión sobre publicidad en web. Un tema que ha sido tratado hasta la saciedad pero me parece que de vez en cuando conviene refrescarlo, ya que sus matices se pierden con el tiempo.
Ojalá el mundo fuera blanco y negro, y realmente se dividiera entre los malos que ponen publicidad y los buenos que no. Ojalá los hosting se pagaran sólos o, al menos, todos tuvieramos para pagar el nuestro.
En el mundo real las cosas cuestan dinero y es famosa la situación donde por volverte popular de repente ya no puedes costearte a tí mismo.
Si puedes pagarte los costes sin ayuda de nadie entonces perfecto, no tienes ningún problema y la decisión de no poner publicidad es fácil. Si no puedes entonces las opciones que tienes son pocas, y todas son polémicas.
Sin intentar entrar en inútiles discusiones filosóficas de si la publicidad es correcta asumiremos que estás considerando hacerlo, como una de tus alternativas. Si es así es importante entender que existen formas inteligentes de introducir publicidad en un sitio web sin alienar a los visitantes regulares.
A todo esto, esta entrada trata solamente de publicidad sindicada. No publicidad tradicional con un proveedor que paga por un espacio fijo (al estilo de los periódicos y revistas) sino sobre banners y referencias.
El principal problema con la publicidad es su factor alienante. Su inclusión invariablemente abarata cualquier diseño y contenido y molesta a los interesados por el contenido. Así pues sale, de forma natural, la primera y más importante regla de la publicidad web:
No le pongas publicidad a tus visitantes frecuentes.
Esto es una cuestión de respeto. Tus visitantes regulares no van a tu sitio a ver tu publicidad y seguramente no les interesa.
Aún así sigue siendo vago porque hay más matices que pueden aplicarse. La mayoría de los que han investigado esto con alguna seriedad comentan los mismos consejos:
Activa la publicidad para entradas antiguas.: En páginas y entradas que tengan más de un mes puedes tranquilamente poner publicidad. Sólo la verá gente que llegue por casualidad o por estar buscando un contenido específico y pueden perdonarla.
En la medida de lo posible, mantén tu página principal libre de publicidad: Con frecuencia esta será la primera impresión que alguien se lleve de tu página. Sitios que te enlacen sin especificar un post lo harán aquí y es, a final de cuentas, tu cara al mundo. Tu página principal al mismo tiempo es la primera imagen que das y el lugar más genérico de tu sitio, ninguna publicidad se adecuaría de todas formas.
Ofrece un incentivo para que no aparezca la publi: Una excelente idea es lo que comenta Donncha: Una nota justo antes de los comentarios que diga sin rodeos: «¿No te gusta ver la publicidad? Regálanos un comentario y desaparecerá». La ventaja de hacer algo así es que fomentas la participación.
Minimiza la publicidad que sí pongas: Hay mucha publicidad que no tiene sentido por irrelevante (helium.com) o por ser universalmente odiada (snap.com). Intenta enfocarte en la publicidad que te da una entrada y que se toma en serio a sí misma. Google siempre es una buena opción en este aspecto.
Considera remuneraciones alternativas: Dependiendo de tu contenido y enfoque es posible que puedas aprovecharte de «referrals». Comisiones que tiendas en línea como Amazon o servicios de Internet (hosting, dominios, etc.) dan por redireccionar posibles clientes. Es importante siempre, eso sí, dejar claro que recibes comisiones por estas redirecciones.
Si vas a poner publicidad, que valga la pena: Si tienes un blog de cine poco importa un anuncio de tóner. Intenta tener publicidad relevante, especialmente la dirigida a los visitantes que vengan de motores de búsqueda. Si tienes un sitio con entradas serias no pongas publicidad de porno o ligoteo. Recuerda que tu publicidad habla tanto de tí como lo que escribes.
Algo interesante en los blogs es que no son tus usuarios asiduos y regulares los que te dan de comer (la mayoría de tus usuarios regulares no ven tu publicidad o la bloquean directamente desde el navegador) sino la famosa «larga cola» que la fama que te dan esos usuarios provoca como efecto secundario.
EDITADO: Donncha me ha contestado a una duda, donde le pregunto por qué considera que a las hordas de los sitios sociales (Digg, Fresqui, Enchílame, Menéame) no se les debería mostrar publicidad. Mi opinión era que considerando que el 99% llega, apenas mira y se vuelve a ir (a veces sólo dejando un comentario soez o sin relación) bien podrías meterles más publicidad pero su argumento es mucho más válido: «Ese 1% que puede que te enlace bien vale no poner publicidad a ninguno». Dado que la idea es no alienar visitantes es un punto perfectamente válido.
Para resumir, toma en cuenta estas sugerencias al momento de considerar la publicidad en tu blog:
- Cuida a tus visitantes habituales. Nada de publicidad, especialmente en RSS.
- Selecciona tu publicidad para que sea efectiva por ser adecuada.
- Aprovecha la «larga cola» de visitantes ocasionales. Ponles publicidad relevante.
- Busca modelos de publicidad alternativos (amazon, hosting, referrals)
Hay muchas más ideas pero muchos otros las han tocado con mayor profundidad pero quería aprovechar y sacar esta entrada de la lista, ahora que ha dejado de ser relevante.