Aunque me ha ganado pjorge lo tengo que mencionar.
Hernán Casciari, en el nuevo blog de televisión y medios Espoiler suelta una atacando la ubicuidad del doblaje y uno de sus mayores males a mis ojos: El ignorar la decisión original del director, buena o mala, de escoger a un actor por sus registros vocales además de su capacidad de mover las manos o mostrar su cara. Como bien menciona, un actor de doblaje no puede concebiblemente ser capaz de doblar a docenas de actores de alto perfil a menos que sea, él mismo, igual a todos ellos sumados.
Empieza su entrada con una frase de lo más inflamatoria, sin duda para obligar al lector a prestar atención. El resultado se ve en los comentarios.
Los países que han padecido un largo periodo de dictadura, mantienen la mala costumbre de ver cine extranjero con doblaje, es decir, sin subtítulos. Se da el fenómeno en España, Italia y Alemania, por ejemplo. Esto ocurre porque, durante muchos años, el aparato de la censura prefería el sistema de doblaje por ser más manipulable.
La frase, no por ser cierta deja de ser dolorosa. Los comentarios, sin embargo y como siempre en este tema, son olvidables por ambos lados, razón por la cual los desactivo para esta entrada, con todo el respeto del mundo. Por alguna razón es un tema que saca lo peorcito de la gente (incomprensiblemente).